Venezuela: escasez aguda y colas interminables

Hacer enormes colas frente a supermercados, farmacias y tiendas, donde se venden productos de higiene u otros artículos indispensables en la vida cotidiana, se ha convertido en un elemento inevitable en la vida diaria de los venezolanos. La gente se queja de la pérdida de tiempo que significa esperar durante horas en una fila para poder adquirir los productos básicos, tales como medicamentos, harina, leche, carne, pollo, azúcar y papel higiénico, entre otros.

Multitud de compradores intentan entrar en Daka, tienda de electrodomésticos, Caracas, noviembre de 2014. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Se señala que solo el pueblo se confronta a esta situación, mientras que para los «políticos», como lo indica uno de nuestros entrevistados, « todo está bien ».

Hay quienes se sienten humillados por este estado de cosas. Advierten que, no obstante, el gobierno dice que en Venezuela se vive « en un país que es una maravilla ».

Otro rubro en el que la escasez se hace sentir de manera dramática es el de los electrodomésticos. Por ejemplo, una multitud se agolpa a las puertas de los almacenes Daka cuando el presidente Maduro anuncia la venta de artefactos regulados. No falta quien llegue de madrugada a la tienda o duerma frente a ella con la esperanza de comprar un aparato para su hogar.

En ocasión de las fiestas decembrinas, la gente ha acudido en masa a adquirir licores y vinos para la cena navideña familiar y los festejos de fin de año, antes de que se produzca el aumento de 50 %, establecido por un decreto gubernamental.

Las mujeres se lamentan de la desaparición de los anaqueles de las tiendas de jabones de tocador, champú, desodorante y productos de belleza. Subrayan que pierden mucho tiempo en ir de un lugar a otro para adquirirlos. Sin mencionar los elevados precios.

Sin embargo, aparentemente, tal cuadro se enfrenta con paciencia y pasividad, como afirmó una caraqueña frente al micrófono de RFI.