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Iberoamérica

La Organización iberoamericana busca renovarse

La XXIV Cumbre iberoamericana dio inicio este lunes en Veracruz con la participación de 15 jefes de Estado y de gobierno. Su gran meta: refundarse para adaptarse a las nuevas realidades latinoamericanas y buscar soluciones concretas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de los 22 países que conforman esta comunidad.

El rey Felipe de Borbón conversa con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, en Veracruz, este 8 de diciembre de 2014.
El rey Felipe de Borbón conversa con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, en Veracruz, este 8 de diciembre de 2014. Reuters
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Por Patrick John Buffe, enviado especial de RFI en Veracruz

 
Esta cumbre arrancó en presencia de la mayoría de los 22 jefes de estado y de gobierno iberoamericanos, entre otros Felipe Sexto, quien asiste por primera vez como rey de España a una cumbre iberoamericana. Sin embargo, faltaron algunos mandatarios: Cristina Fernández de Argentina, Dilma Roussef de Brasil, Raúl Castro de Cuba, Nicolás Maduro de Venezuela, Evo Morales de Bolivia y Daniel Ortega de Nicaragua.También se notó la presencia del presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, quien sufrió este lunes un malestar que le impidió asistir la inauguración.

Tal como lo subrayó el presidente mexicano Enrique Peña Nieto en la ceremonia inaugural de la Cumbre de Veracruz, los mandatarios van a tratar de lograr objetivos en tres áreas: la cultura, vinculada con el crecimiento y el bienestar social, la innovación, esencial en el desarrollo, y la educación como motor del cambio. Entre otros proyectos, anunció que “nuestra meta es que para el 2020 podamos beneficiar al menos a 200 mil jóvenes y docentes de la región, al otorgarles becas que les permitan continuar estudiando en el espacio iberoamericano”, favoreciendo de esta manera la movilidad universitaria en esta  zona.

Pero el gran reto será renovar la organización iberoamericana. Así lo reconoce su propia secretaria general, la costarricense Rebeca Grynspan. Considera que la organización tiene que cambiar, “porque desde 1991, hubo proliferación de iniciativas de integración entre los países”, tal como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) o la Alianza del Pacífico.

Por eso, los mandatarios van a tener que buscar nuevos caminos, como puede ser la complementariedad con esas organizaciones. Esta Cumbre se fijó también como objetivo encontrar medidas concretas en materia de cooperación, que beneficien a los 650 millones de personas que viven en el espacio iberoamericano.

Por otra parte, se están buscando fórmulas para que la relación entre los países de la península ibérica y los latinoamericanos se desarrolle “en un ámbito de cooperación horizontal, más simétrico, más solidario, más igual”, como lo subrayaba este lunes Rebeca Grynspan. Lo que implica una financiación más equilibrada. De tal manera que se pasará de la tradicional aportación del setenta por ciento europeo y el treinta latinoamericano a un  60-40% en un par de años.

Además, esta Cumbre iberoamericana marcará también un cambio en su periodicidad: en lugar de ser anual, se celebrará cada dos años. Por lo tanto, la próxima cumbre se llevará a cabo en el 2016 en Colombia.

 

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