Rusia indignada por las proposiciones de desarme de Barack Obama
Moscú no puede considerar de una manera seria las proposiciones de desarme del presidente estadounidense, al tiempo que Washington desarrolla paralelamente su defensa antimisiles. El vice-primer ministro ruso, Dmitri Rogozine esbozó de esta manera la posición oficial de su país, en respuesta al llamado de los Estados Unidos, formulado en Berlín por Obama, a reducir en más de un tercio las reservas de armas nucleares estratégicas.
Primera modificación:
Rogozine, responsable del complejo militar-industrial ruso, se preguntó cómo podía tomarse en serio tal idea de reducción del arsenal nuclear, cuando se sabe que al mismo tiempo los Estados Unidos desarrollan el potencial de intercepción de este armamento estratégico.
“La carrera de armas ofensivas desemboca en la de las armas defensivas y viceversa”, aseguró Rogozine durante una reunión gubernamental en San Petersburgo sobre el tema de la defensa.
Dmitri Rogozine, ex representante de Rusia en la OTAN, se refería al escudo antimisiles estadounidense, que no ha cesado de producir polémicas virulentas entre Washington y Moscú durante los últimos años.
Obama escogió lanzar esta idea, horas antes, en un lugar altamente simbólico en el contexto de la guerra fría, la puerta de Brandenburgo, en ocasión de su reciente visita a Berlín. El mandatario estadounidense habló de la necesidad de crear un “mundo de paz y justicia”.
La indignación del gobierno ruso no se circunscribe a este asunto. En efecto, el ministerio de Relaciones Exteriores expresó su profundo desagrado ante un informe oficial estadounidense que acusa a Rusia de no trabajar suficientemente contra el tráfico de personas; un problema que podría acarrear sanciones por parte de Washington, según el documento. En un comunicado, la cancillería rusa subrayó su rechazo a tal posición.
Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas
Suscribo