Los Ravens de Baltimore se quedan con el Super Bowl después de un apagón
En Estados Unidos, los Ravens de Baltimore se llevaron este domingo 3 de febrero el máximo trofeo del fútbol americano tras imponerse en la final contra los Forty-Niners de San Francisco por 34 a 31. Al suspenso del encuentro se sumó, en el segundo tiempo, un incidente que pudo cambiar el desenlace de partido.
Primera modificación:
Con el corresponsal de RFI en Washington, Raphaël Reynes
Es el tipo de accidente que no debía ocurrir. El Super Bowl es LA gran fiesta anual del deporte, la cita en la que los anunciantes pagan cuatro millones de dólares por un aviso de 30 segundos durante un partido visto por unos 110 millones de espectadores.
Y ocurrió pocos segundos después del segundo tiempo: la mitad del estadio se quedó a oscuras en una cancha completamente cubierta, creando una situación algo problemática. El Super Dome de Nueva Orleans se encontró a media luz. A la espera del restablecimiento del suministro eléctrico, los jugadores tuvieron que esperar 35 minutos sentados en el césped, mientras los espectadores eran invitados a permanecer en sus butacas.
En el momento del incidente, los Ravens de Baltimore llevaban, cómodamente, la delantera 28 a 6. El receptor Jacoby Jones acababa incluso de establecer un récord en la historia de la NFL (la Liga Nacional de Fútbol) tras correr 109 yardas con la pelota en las manos para marcar un touchdown.
Aunque los propietarios del estadio hayan pedido las disculpas del caso, el entrenador de Baltimore no ocultó su descontento. Razón no le faltaba. Esta larga pausa le permitió a los 49ers de San Francisco recuperarse y remontar rápidamente en el marcador. Pero si el incidente también hizo enojar a los deportistas, los vendedores de bebidas y hot-dogs hicieron su agosto.
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