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Cuba

Entra en vigencia la ley que flexibiliza las salidas de la isla

A partir de este lunes, los cubanos podrán viajar al exterior sin pedir permiso al régimen castrista. La medida, que llega tras más de medio siglo de restricciones, es acogida con expectativa por la población y cautela por parte de la disidencia. Las altas tarifas para conseguir pasaportes y pasajes se convierten en el principal escoyo para salir de Cuba. Deportistas, funcionarios y profesionales ‘vitales’ quedan excluidos de la reforma migratoria.

Una mujer hace cola frente a una oficina oficial junto a su pasaporte cubano, el 11 de enero de 2013 en La Habana.
Una mujer hace cola frente a una oficina oficial junto a su pasaporte cubano, el 11 de enero de 2013 en La Habana.
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Este lunes entró en vigor la reforma migratoria que debe permitir a los cubanos salir del país sin pedir permiso al gobierno, una restricción que rige desde 1961.

A partir de este 14 de enero, quienes quieran salir podrán hacerlo sin necesidad de la “tarjeta blanca” o la carta de invitación de alguien en el extranjero. Los requisitos se reducen a tener un pasaporte vigente y las visas exigidas por los países de destino.

Este cambio no es fruto de la presión internacional ni de organismos de derechos humanos, asegura el régimen cubano.

"Con la entrada en vigor hoy de la actualización de su política migratoria, Cuba dio un paso más para lograr que los movimientos migratorios sean de forma legal, ordenada y segura", dijo este lunes el diario oficial Granma.

La nueva ley permite a Cuba "fortalecer su relación con la emigración, bajo el principio de que son medidas aprobadas por decisión soberana del Estado y no responden a presiones ni imposiciones de nadie", añadió.

La reforma ha sido acogida positivamente por la población, que se enfrentará sin embargo a otro tipo de obstáculo para salir: el económico. En un país donde el salario promedio ronda los 20 dólares al mes, adquirir un pasaporte que cuesta 100 dólares y un boleto para Florida, donde reside la gran mayoría de los cubanos en el exterior, vale más de 500 dólares.

En cuanto a la disidencia, espera con escepticismo. En este sentido, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, o la bloguera Yoani Sánchez sostienen que temen ser privadas selectivamente de este derecho.

Berta Soler asegura que tiene la intención ir a Francia a recoger el premio Sajarov a los Derecho Humanos que no puedo ir a buscar porque el gobierno cubano le negó la salida.

"El Premio Andrei Sajarov está esperándonos desde el 2005 en Estrasburgo, vamos a ver si el Parlamento Europeo puede preparar una ceremonia para podernos entregar el premio", dijo Soler.

Sin embargo, se mostró crítica la aplicación de la nueva ley. “La reforma migratoria es más de lo mismo, producto de que siempre va a existir un filtro, el gobierno cubano va a seleccionar quien puede o no salir del país", aseguró.

Por su parte, la bloguera Yoani Sánchez estimó que "la Reforma Migratoria no recoge las demandas del pueblo sino los deseos del gobierno". "Oscilo entre la esperanza y el escepticismo, como tantos otros cubanos", expresó desde su cuenta en Twitter.

Otro de los aspectos a destacar de la reforma es que unos dos millones de emigrados cubanos ya no tendrán que efectuar engorrosos trámites para visitar su país de origen. La medida incluye a deportistas y profesionales que desertaron estando en el exterior o que se escaparon de Cuba.

En cambio, persistirán las restricciones para deportistas de alto nivel residentes en Cuba, o ciertos funcionarios, militares y profesionales "vitales". El gobierno esgrime razones de "seguridad nacional" en algunos casos y para impedir el "robo de cerebros" y deportistas por parte de Estados Unidos.
 

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