Matanza de Newtown reaviva debate sobre la libertad de armas
La tragedia ocurrida en una escuela de la pequeña localidad de Newton en Connecticut donde fallecieron 20 niños y 6 adultos golpea a la sociedad estadounidense y ha vuelto a poner en el debate la libertad para el porte de armas que existe en el país.
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Cuatro días de duelo con banderas a media hasta en todo Estados Unidos. Fue la primera medida de un emocionado Barack Obama, al enterarse de la tragedia ocurrida en la escuela primaria y guardería Sandy Hook de la pequeña localidad de Newton, en el Estado de Connecticut en el noroeste del país. Allí este viernes 14 de diciembre, un joven de 20 años identificado como Adam Lanza y armado con dos pistolas y un rifle semiautomático abrió fuego contra dos de las clases del centro mientras el resto de alumnos intentaba huir o esconderse. En total 27 personas murieron producto de los tiros que Lanza les propinó antes de suicidarse, entre ellas 20 niños –dos fallecieron en el hospital- y su madre, profesora del centro y encontrada muerta en su casa.
Agentes de las fuerzas de seguridad citados por The New York Times aseguran que Lanza había crecido en Newtown, donde se le recordaba como un chico tímido y nervioso, temeroso de atraer la atención. Su hermano, Ryan, de 24 años a quien en un principio se detuvo por los hechos y que estuvo retenido por algunas horas, fue interrogado al igual que su padre, divorciado de la madre.
Estados Unidos y en especial las familias de los niños que iban a la escuela intentan explicarse ahora por qué el joven llevó a cabo esta matanza que trae a colación nuevamente el debate sobre la necesidad de reformar la segunda enmienda de la Constitución, que permite la tenencia de armas. Dos de las pistolas que portaba Lanza eran de propiedad de su propia madre, fallecida en el hecho.
Mientras se secaba las lágrimas el Presidente Obama prometió en conferencia de prensa, “acciones significativas para poner fin a este tipo de tragedias”. Más directas fueron las declaraciones del director de cine Michel Moore, autor del documental sobre otra matanza en una escuela, la de Columbine ocurrida en 1999 y gran activista en contra de la libertad que existe en torno a este tema en Estados Unidos. Moore dijo que “la única manera de honrar a las víctimas es exigir una reglamentación estricta contra las armas, un acceso libre a los cuidados psiquiátricos y el final de la violencia como programa de política pública”.
El director ejecutivo de la organización "Conecticut contra la violencia de las armas", Ron Pinciaro, entrevistado por nuestra periodista Lucile Gimberg, aseguró que "la industria de las armas ha logrado convencer a mucha gente de que para sentirse libre y seguro debe tener un arma en su mesa de noche, en la guantera del auto o en su bolso. Han convencido a los tribunales de que esto es lo que planeaban los fundadores del país e intentan convencer a los políticos de no oponerse a ello. Y así nos venden todas las armas que pueden: tenemos 300 millones de armas hoy en Estados Unidos y el esfuerzo de marketing para vende armas es más fuerte que nunca. ¿Dónde nos detendremos? ¿en 600 millones, en 1000 millones, en 10 mil?. Treinta mil personas mueren cada año por arma de fuego. Esto tiene que parar”, recalcó Pinciaro.
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