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Argentina / España

¿Afectará la expropiación de Repsol-YPF las inversiones en América Latina ?

El presidente del Gobierno español Mariano Rajoy dijo este martes 17 de abril que la decisión la decisión de Buenos Aires de expropiar Repsol-YPF ‘sienta un grave precedente’ y advirtió que medidas como ésa ‘pueden hacer daño al conjunto de Latinoamérica’. Una afirmación que desmienten las cifras.

El edificio de Repsol en Madrid.
El edificio de Repsol en Madrid. REUTERS/Juan Medina
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Rajoy hizo la declaración este miércoles durante su primera intervención pública tras la decisión del Gobierno argentino de expropiar Repsol-YPF en el Foro Económico Mundial de América Latina que se celebra en Puerto Vallarta, México.

Rajoy obtuvo el apoyo inmediato del presidente de México, Felipe Calderón, quien declaró: “Necesitamos inversiones en nuestra región. Y esas inversiones no vendrán nunca si no hay estado de derecho y plena certidumbre jurídica”.

La decisión del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de expropiar el 51% de las acciones de la petrolera YPF, filial de la multinacional española Repsol, no solo ha provocado una andanada de acusaciones cruzadas entre Madrid y Buenos Aires –retomadas sin distancia por la prensa de ambos países –, sino que también ha puesto sobre la mesa el tema de la “seguridad jurídica” de las inversiones extranjeras en América Latina.

América Latina no debería ponerse nerviosa por las repercusiones que pueda tener esta expropiación porque el crecimiento de las economías latinoamericanas en lo que va de este siglo ha generado una cauda de inversiones extranjeras en busca de oportunidades.

Desde el inicio de la pasada década, la región aumentó de manera casi constante esos ingresos, incluidos los países donde se produjeron nacionalizaciones. Según la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), el Estado Plurinacional de Bolivia, que en 2006 nacionalizó los hidrocarburos, recibió desde entonces más de 6 mil millones de dólares de inversión extranjera, y la tendencia es al alza.

El caso de la República Bolivariana de Venezuela es más contrastado. Entre 2000 y 2005 hubo un importante ingreso, bajó en 2006 pero volvió a crecer en 2007 y 2008, y cayó de nuevo en 2009 y 2010 (último año del que se dispone de cifras detalladas).

Fuera de los tres principales países de la región que históricamente han atraído el grueso de la inversión extranjera (Brasil, México y Argentina), otros como Colombia, Perú o Chile son ya importante destino de esos flujos, más allá del color político del Gobierno de turno.

Varios de los gobiernos de la región, con Argentina a la cabeza, firmaron en el pasado “acuerdos bilaterales de protección de las inversiones” que otorgan a las empresas multinacionales un enorme poder en caso de litigio como el que enfrenta ahora Madrid con Buenos Aires. La justificación es que se precisa “seguridad jurídica” para atraer la inversión extranjera. Pero otros, como Brasil, han rechazado hasta ahora esa opción, lo que no ha impedido que el gigante sudamericano sea el principal destino de las citadas inversiones.

Más allá de las gesticulaciones de los dos principales actores de este choque, no hay razón para pensar que los flujos de capitales hacia la región se desvíen. Si el riesgo fuera mayor, seguro que las empresas españolas, fuertemente implantadas en muchos países, estarían ya haciendo maletas.
 

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