Expropiación de YPF: ¿una forma de ‘tapar la crisis’ argentina?

El Gobierno argentino decidió expropiar el 51% de YPF, filial argentina del grupo español Repsol, para ‘tapar la crisis social y económica que está enfrentado’ su país, afirmó este martes 17 de abril el presidente de la compañía, el español Antonio Brufau. Argentina vuelve a desafiar a los mercados.

Antonio Brufau, presidente de Repsol. REUTERS/Sergio Perez

“A través de levantar la bandera de la expropiación y buscar un responsable en YPF se oculta la realidad”, agregó Brufau en rueda de prensa este martes en Madrid.

Argentina no tiene carácter inversor para las agencias internacionales desde su default por más de 90.000 millones de dólares a fines de 2001. Desde entonces, el país sudamericano saldó casi en su totalidad la deuda pendiente con inversores extranjeros, pero aún tiene en mora unos 6.100 millones de dólares.

Un grupo de holdouts (los acreedores que no aceptaron ingresar a un canje de deuda ni en 2005 ni en 2010), recurrió a la justicia estadounidense para cobrar ese dinero y ha logrado fallos favorables en primera instancia que sin embargo han sido bloqueados en apelación.

El periodista Patrick Bèle de Le Figaro recuerda en una nota titulada “Las turbulencias de la economía argentina” que para financiarse, Argentina “solo puede contar con su excedente exterior porque desde la quiebra en 2002, el país no tiene acceso a financiamientos internacionales. Por fortuna, tanto el precio como el volumen de las exportaciones de soja han estado en creciente aumento los últimos años”.

Pero en 2012, “las exportaciones podrían estabilizarse, reduciendo el margen de maniobra de las autoridades”, precisa Bèle. Además, según cifras oficiales, el Gobierno tuvo que importar el año pasado combustibles por unos 9.300 millones de dólares, casi el doble que el anterior.

En estas circunstancias, y para mejorar las cuentas públicas, “el Gobierno argentino está limitando las importaciones, está favoreciendo la producción de hidrocarburo doméstico, limitando la salida de capitales y financiando la deuda interna mediante la creación monetaria”, apunta Bèle.

Diez años después del por entonces más gran default de un país en la historia, Argentina vuelve a desafiar a los mercados con este anuncio de expropiación de la petrolera YPF, que tendrá un impacto en las inversiones y también en sus cuentas públicas.