La Corte Suprema aprueba la construcción de cinco represas en la Patagonia
El máximo tribunal desestimó los recursos de amparo de parlamentarios y organizaciones ecologistas para impedir el proyecto HidroAysén. Los detractores del emprendimiento aseguran que recurrirán a instancias judiciales internacionales para luchar contra lo que ven como una iniciativa injusta y una amenaza para el medioambiente.
Primera modificación:
Con un voto dividido (tres a dos), la Corte Suprema de Chile autorizó el miércoles la construcción de cinco megarrepresas en la Patagonia chilena al rechazar los recursos interpuestos por parlamentarios y grupos ecologistas y de ciudadanos para frenar el llamado proyecto HidroAysén.
De este modo, la máxima instancia judicial chilena ratificó la decisión que un tribunal de Puerto Montt emitió el 6 de octubre del año pasado, en el que desestimó una serie de acciones presentadas por detractores del proyecto.
Los recursos contra HidroAysén se centraban en la resolución de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema), que un año atrás dio luz verde a la iniciativa, dando origen a protestas en distintas ciudades del país.
Ahora, para obtener su aprobación definitiva, falta la decisión de un Consejo de Ministros, mientras que sus detractores anunciaron que apelarán a instancias judiciales internacionales.
"No se puede estar contento ante un fallo adverso. Pero esto es sólo una derrota parcial", declaró el abogado de la organización ambientalista 'Patagonia sin represas', Patricio Rodrigo, en declaraciones a CNN Chile.
Entretanto, otro abogado, Marcelo Castillo, anunció que estudiarán detenidamente el fallo para acudir en apelación ante tribunales internacionales.
HidroAysén, de la chilena Colbún y Endesa -la española controlada por la italiana Enel-, generará unos 2.750 megavatios (MW), equivalentes al 20% de la actual capacidad instalada de Chile (14.000 MW).
El proyecto supone una inversión de unos 3.200 millones de dólares y prevé la construcción de cinco represas en los ríos de aguas cristalinas Pascua y Baker, para lo cual inundarán 5.900 hectáreas en la región patagónica de Aysén.
Por su parte, para las comunidades locales de Aysén (a 1.300 kilómetros de Santiago), el emprendimiento es una amenaza ambiental contra un territorio casi virgen.
"El pueblo de Aysén no se dará por vencido, porque no aceptaremos la imposición de un proyecto insustentable, injusto y con tecnologías obsoletas como son las represas, más aún en la Patagonia", advirtió el coordinador de la Coalición por Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann.
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