El estado de Georgia ejecutó al condenado Troy Davis

El ciudadano negro de 42 años murió por inyección letal este miércoles 21 de septiembre de 2011, a pesar del clamor internacional. Troy Davis clamó su inocencia hasta el último minuto, diciendo que la muerte del policía blanco por la que fue sentenciado no fue culpa suya: ‘yo no tenía arma’, dijo.

Jackson, Georgia, 21 de septiembre de 2011. REUTERS/Tami Chappell

Tras una deliberación inusualmente lenta, la Corte Suprema de Estados Unidos retrasó por más de tres horas la ejecución de Troy Davis, que finalmente murió por una inyección letal a las 03H08 del jueves, informó la cárcel de Jackson, 77 km al sureste de Atlanta. Las protestas internacionales que levantó el caso debido a dudas sobre su culpabilidad en el crimen de un policía cometido en 1989, fueron infructuosas.

Davis, un negro de 42 años, fue ejecutado después de agotar los recursos legales para evitar la inyección letal por el crimen del policía blanco Mark MacPhail en 1989, por el que fue sentenciado en un proceso que dejó dudas sólidas sobre su culpabilidad, según la defensa y varias organizaciones humanitarias opuestas a la pena capital.

Según testigos de la ejecución, Davis reiteró ser inocente en sus últimas palabras. La pelea en la que murió el policía "no fue mi culpa, yo no tenía arma", declaró, según contó un periodista local que presenció cuando le inyectaron la sustancia mortal.

Durante el miércoles la defensa de Davis, en el corredor de la muerte por 20 años, agotó las posibilidades legales en el estado de Georgia, al ver rechazados sus recursos pidiendo reconsiderar la decisión de negarle clemencia, ampararse en un recurso de habeas corpus y suspender la ejecución.