Manifestación contra los Heraldos del Evangelio
Los ciudadanos de Lago Agrio, en la fronteriza Sucumbíos, salieron a las calles para pedir al Vaticano el nombramiento de un obispo conciliador que respete el modelo de iglesia social e inclusiva que existe en una provincia lejana de Quito, fronteriza con Colombia y con una realidad social delicada.
Primera modificación:
Alrededor de 2.000 personas realizaron este sábado una marcha en Lago Agrio, en momentos en que en El Vaticano, se decide el nombramiento de un obispo permanente que pueda conciliar los ánimos, crispados desde que, el año pasado, el obispo carmelita Gonzalo López Marañón se jubilara y fuese sustituido por Rafael Ibarguren de los Heraldos del Evangelio.
De tendencia social los primeros y ultraconservadora los segundos, las autoridades eclesiásticas nuevas quisieron imponer un modelo que a la población y organizaciones sociales no les gustó. “Los Heraldos quisieron cerrar nuestra radio comunitaria, Radio Sucumbíos”, que funciona desde hace 19 años en Lago Agrio, “y cuando algunos trabajadores se opusieron los acusaron ante la justicia por actos terroristas”, denuncia Amparo Peñaherrera, miembro de la Federación de Mujeres de Sucumbíos durante la marcha.
“La iglesia aquí ha desarrollado en los últimos 40 años un modelo inclusivo e igualitario entre hombres y mujeres, católicos y laicos, que ha sido clave para el desarrollo de nuestra provincia”, afirma Amparo
Ante el conflicto desatado, el Vaticano ordenó a Carmelitas y Heraldos salir de la provincia y nombrar a un delegado temporal que hiciese de mediador en el conflicto. Se trata de Polivio Sánchez, que ya entregó al Vaticano su informe para que éste decida a quién nombrar.
“Espero que el obispo que sea nombrado, sea alguien que tenga la espiritualidad de Jesús, sea una persona dialogante e inclusivo con todo el mundo”, afirma el sacerdote diocesano Raúl Uzca.
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