La corriente fluvial subterránea, a profundidades que pueden alcanzar los 4.000 metros, recibió el nombre de río Hamza. Este hallazgo permite establecer que la región amazónica posee dos vías de descarga de aguas: "el drenaje fluvial en la superficie, que constituye el río Amazonas, y el flujo de agua subterránea a través de las capas profundas sedimentarias", indicaron los científicos del Observatorio Nacional de Brasil.