Condenan a muerte a un hombre por blasfemia

Por primera vez en tres décadas, Mauritania, país donde está vigente la ley islámica, se dispone a ejecutar a un hombre por apostasía tras haber escrito un texto considerado blasfemo por la Justicia. El autor, de casi 30 años, asegura que sólo pretendía cuestionar el sistema de castas y analizar la influencia que pudo haber tenido en éste las enseñanzas de Mahoma.

Foto de Nuakchot, Mauritania. Getty Images/Bernard Foubert

Un día después del arresto de Mohamed Sheij Uld Mohamed, un empresario y predicador de la ciudad mauritana de Nuadibú llegó a ofrecer 4.000 euros a quien asesinara al joven. La propuesta fue extrema, pero no aislada, ya que manifestaciones de ira se habían desatado tanto en esta ciudad como en la capital Nuakchot, donde varios manifestantes reclamaron la muerte del “blasfemo”, acusado de proferir palabras satánicas.

Por su parte, Mohamed Sheij Uld Mohamed aseguró que nunca quiso atentar contra el profeta Mahoma, contrariamente a lo que afirman sus detractores. En el principal texto que escribió y fue retomado en internet, explicaba que la falta de igualdad que golpea a las franjas marginales de la sociedad en el primer siglo del islam, en la época del profeta, podía ser reconocida hoy en el trato que la sociedad mauritana dispensa a las castas, sobre todo a la de los herreros, a la que él pertenece.

Por este escrito y otras publicaciones en Facebook, Mohamed Sheij Uld Mohamed ha sido condenado este miércoles por apostasía, una infracción que consiste en haber renunciado públicamente en a su religión, en este caso el islam. El joven sólo consiguió abogados de oficio, luego de que un célebre letrado solicitado por la familia del acusado renunciara a defenderlo tras recibir amenazas de muerte. 

Los dos abogados de oficio del acusado insistieron el miércoles en el arrepentimiento expresado por el joven, quien dijo renegar del texto si éste se entendía como una blasfemia, y estimaron que esto debería jugar a su favor.

El condenado se desmayó al conocer el veredicto, antes de ser reanimado y llevado a prisión, afirmó una fuente que pidió el anonimato. El anuncio del veredicto, por su parte, provocó escenas de alegría en la sala y en la ciudad.

Mauritania es una república islámica, en la que la sharia (ley islámica) está vigente, si bien la pena de muerte o las flagelaciones no se aplican desde hace tres décadas. Según Amnistía Internacional, la última ejecución tuvo lugar en 1987.