Incertidumbre sobre la liberación de las 219 adolescentes en manos de Boko Haram

El anuncio de un acuerdo de alto el fuego entre el gobierno nigeriano y la secta islamista ha suscitado la esperanza de una liberación próxima de las jóvenes secuestradas a mediados de abril, episodio que desató una oleada internacional de indignación. Pero el silencio de Boko Haram impone cierta prudencia.

REUTERS/Afolabi Sotunde

El ministro de asuntos exteriores de Chad, Moussa Faki Mahamat, en declaraciones a Radio Francia Internacional, ha confirmado que el acuerdo sobre el cese de combates entre el ejercito nigeriano y los islamistas armados de Boko Haram prevé la liberación de las más de 200 estudiantes secuestradas hace seis meses en un colegio de Chibok, en el noreste de Nigeria. En contrapartida Nigeria habría aceptado liberar a un número indeterminado de simpatizantes y miembros de la secta islamista.

Las autoridades de Chad, que desempeñan un papel de facilitador del diálogo, han precisado que el acuerdo comprende varios puntos. El primero ya se ha plasmado en hechos: Boko Haram liberó hace una semana 27 rehenes chinos y cameruneses, que había secuestrado a finales de mayo. La siguiente etapa, según Nigeria y los negociadores chadianos, sería la entrada en vigor de un alto el fuego. Del cese de los combates depende la liberación de las jóvenes y es por ello que ciertas dudas persisten. Hasta ahora nunca se han respetado los sucesivos anuncios de cese de los combates entre el ejército nigeriano y los milicianos de Boko Haram, prolongándose un conflicto que ha provocado más de 10.000 muertos en los últimos cinco años.

Además, la presidencia nigeriana, que en un primer momento anunció la liberación de las jóvenes en los próximos días, dio marcha atrás anoche. Uno de sus portavoces declaró que todavía no había acuerdo con Boko Haram. Un mediador chadiano ha asegurado por su parte que habrá negociaciones durante este fin de semana para pactar los nombres de los presos que serán liberados por Nigeria.

París y Washington están a la espera de que se concreten esos anuncios. En círculos diplomáticos se subraya que el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, podría estar preparándose a su propia sucesión para las elecciones de febrero próximo en medio de una campaña electoral dominada por la falta de seguridad en el país. Entretanto, en Chibok, la noticia de un posible acuerdo entre el gobierno y la secta islamista desató anoche la alegría de los familiares y amigos de las jóvenes secuestradas.