Acuerdo en el sur, secesión en el norte
La Junta Militar de Malí y la CEDEAO llegaron a un principio de acuerdo por el que el poder pasará a los civiles, a cambio de una amnistía para los militares. El organismo africano levanta el embargo sobre el país e insta a un acuerdo con los rebeldes Tuareg, que proclamaron "la independencia del territorio Azawad", al norte del país.
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Cinco páginas de acuerdo firmadas por la Junta Militar y por los representantes de la Comunidad económica de los Estados de Africa del Oeste (CEDEAO), que ahora hay que aplicar en el terreno. La Junta se compromete a "devolver el poder a los civiles a través de un gobierno de transición", como anunciaba el líder de los golpistas, Amadou Sanogo.
La transición debe ser dirigida, según la Constitución, por el presidente de la Asamblea Nacional, Dioncounda Traoré, que habría huido al extranjero tras el golpe. Hay, además, que nombrar a un primer ministro que prepare las elecciones.
El acuerdo con la CEDEAO observa también una amnistía miltiar para los golpistas y el organismo regional pidió protección para el presidente derrocado. La CEDEAO levantó el embargo diplomático y económico que había decretado hace 10 días.
Mientras tanto los rebeldes Tuareg del Movimiento Nacional de liberación de Azawad (MNLA), proclamaron el norte territorio independiente de Azawad. Francia, ex potencia colonial, rechaza “una declaración de independencia unilateral no reconocida por los países africanos”. El resto de la comunidad internacional lo rechaza y la CEDEAO amenaza con intervenir militarmente si rebeldes y Junta Militar no llegan a un acuerdo. Cientos de civiles huyen de violaciones de derechos humanos tras el avance de facciones islamistas junto a los rebeldes del MNLA.
Territorio independiente
El vocero del MNLA, un importante componente de la rebelión tuareg maliense, afirmó que su grupo tiene la intención de respetar "las fronteras con los estados limítrofes" de la región de Azawad, considerada como la cuna natural de los tuaregs.
Malí vive una situación caótica tras el golpe de Estado contra el régimen del presidente Amadou Toumani Touré, dos semanas atrás. Los rebeldes y grupos islamistas de Ansar Dine, dirigidos por el jefe tuareg Iyad Ag Ghaly, y elementos de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) se apoderaron la semana pasada de las tres metrópolis del norte -Kidal, Gao y Tombuctú- sin encontrar resistencia por parte de un ejército maliense mal armado.
En el terreno, el MNLA, el grupo optó por el alto el fuego ante "la liberación completa de Azawad”. Mientras tanto, centenas de civiles huyen del norte de Malí, donde según la junta que tomó el poder el 22 de marzo, se comenten violaciones de derechos humanos.
Lo cierto es que el MNLA se ha visto superado por los islamistas de Ansar Dine y AQMI, que pretenden instaurar la ley coránica en el norte del Malí. El MNLA participó en la toma de Tombuctú pero fue expulsado de inmediato por Ansar Dine, ahora abiertamente apoyado por los combatientes de AQMI.
"En realidad, por lo que sabemos, el MNLA ya no dirige actualmente nada (en el norte del país. Iyad (Ag Ghaly) es el más fuerte, y él está con AQMI", dijo a la agencia de noticias francesa AFP una fuente militar maliense que pidió el anonimato.
Esto preocupa a la comunidad internacional, en especial a Francia, que obtuvo el miércoles el voto de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo un alto el fuego en el norte del país.
Numerosos desplazados relataron saqueos generalizados en Gao y Tombuctú, y actos de vandalismo en Kidal. De acuerdo con Caritas International, unos 90.000 desplazados "sin asistencia" se encuentran en las ciudades de Gao, Tombuctú y Kidal.
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