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Marruecos

Mohamed VI pide elecciones rápidas y buenas relaciones con Argelia

En el 12° aniversario de su llegada al trono, el monarca marroquí advirtió que las elecciones y un nuevo gobierno darán credibilidad al proceso democrático. Mohamed VI abogó por normalizar las relaciones con Argelia, deterioradas desde 1994. Desde el palacio Marchane, situado en la ciudad costera de Tánger, el rey de Marruecos dio su tradicional ‘discurso del trono’, como cada año en esta fecha.

Mohammed VI en su discurso del 29 de julio de 2009, al cimplir 10 años de su ascensión al trono.
Mohammed VI en su discurso del 29 de julio de 2009, al cimplir 10 años de su ascensión al trono. AFP
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Advirtió a los partidos políticos que la lentitud en el proceso electoral llevará inevitablemente a una pérdida de confianza en el proceso de apertura que empezó con la celebración de un referendo el pasado 1 de julio.

En esa votación, el 98% de la población votó Sí a la reforma constitucional que refuerza los poderes del primer ministro. La fecha de las próximas elecciones la están negociando los partidos políticos y el Ministerio del Interior y, por ahora, no se conoce. Mohamed VI pidió que el gobierno sea ‘solidario y homogéneo’ y que los partidos trabajen para reconciliar a la población, sobre todo a los jóvenes.

Son ellos, en el seno del Movimiento 20 de Febrero, los que protagonizan las movilizaciones de protesta, cada semana, en las principales ciudades del país, pidiendo cambios políticos más profundos.

Abrirse al vecino

El rey sorprendió a muchos al abogar por la normalización completa de sus relaciones con Argelia, un país con el que comparte 1.559 kilómetros, la frontera más larga del mundo. Esa enorme línea cerró en 1994 y hoy la atraviesan quiénes se arriesgan para ver familiares que viven al otro lado, y aquéllos ligados al contrabando.

Fue Argelia la que cerró la frontera en 1994, tras un atentado en un hotel de Marrakech, atribuido por Rabat a los servicios secretos argelinos. Marruecos impuso visas a los ciudadanos del país vecino. Argel respondió cerrando, como una cremallera, la larga línea divisoria. Eso provocó una enorme crisis económica de la zona marroquí de Oujda, que vivía del comercio con los habitantes argelinos.

Rabat y Argel mantienen contactos a nivel ministerial desde hace algunos meses, lo que deja imaginar un acercamiento de las dos capitales. El discurso del rey confirmó la impresión de los analistas, aunque queda en el aire el principal escollo entre estos dos países: Sahara Occidental. La ex colonia española fue ocupada en 1975 por Marruecos, que la considera una provincia. Argelia, sin embargo, apoya al Frente Polisario que aboga por un referendo de autodeterminación auspiciado por la ONU.
 

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