Un sí masivo a la independencia
La región semi autónoma de Sudán del Sur votó en un 99% por la autodeterminación. Sin embargo, para declarar su independencia, aún debe negociar el trazado de sus fronteras con el Norte. En juego, de qué lado quedará la mayor parte de los yacimientos de petróleo.
Primera modificación:
El informe de Gemma Parellada, desde Juba, capital de Sudán del Sur.
El referendo celebrado del 9 al 15 de enero no deja dudas: el 99% de los sursudaneses quiere la independencia, según resultados preliminares completos publicados el domingo por la comisión electoral.
Este voto es tan sólo uno de los muchos pasos que Sudán del Sur, de mayoría cristiana y animista, necesita para convertirse en un país independiente del norte musulmán, lo que debería ocurrir el 9 de julio, con la partición de una de las naciones más grandes de África.
El presidente de esta región semi autónoma, Salva Kiir, agradeció en un acto público de festejos a su ex enemigo, el presidente sudanés Omar el Bashir, mandatario de Sudán, por haber permitido la organización de un referéndum en el marco del proceso de paz de 2005.
Entre los retos por delante, queda elegir el nombre oficial del nuevo país, su bandera y, sobre todo, sus fronteras. El nudo de las negociaciones con el actual poder central sudanés será cómo queda repartida la mayoría de los yacimientos de petróleo del país una vez trazados los límites de cada Estado. Es el caso del enclave de Abyei, teatro de enfrentamientos entre el Norte y el Sur de Sudán, que postergó indefinidamente su referendo para decidir su adhesión a una de las dos regiones.
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