Saltar al contenido principal
La nueva ruta de la seda (6)

El empuje de los brillantes emprendedores chinos en África

 Hombres y mujeres de todas las edades, oriundos de todos los rincones de China, deciden dejarlo todo y aventurarse en la conquista de mercados o sectores económicos africanos.

Las “shanta-sini”, un ejemplo inapelable del coraje chino en Africa.
Las “shanta-sini”, un ejemplo inapelable del coraje chino en Africa. © Araújo/Cardenal.
Anuncios

 Por Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo

10:52

Audio del sexto capítulo de La ruta de la seda.

Durante nuestro recorrido por África los hemos visto, como explicamos en el sexto capítulo de reportajes sobre la nueva Ruta de la Seda, en El Cairo, tirando de un carrito cargado con ropa y vendiendo casa por casa sus productos. Son los “shanta-sini”, los chinos bolsa, en árabe. Se mueven silenciosos, chapurreando apenas unas palabras de árabe, lo suficiente para comerciar.

Muchos de ellos provienen de los polos desindustrializados de China, zonas afectadas gravemente por el desempleo, sobre todo en el noreste (las tres provincias fronterizas con Rusia), después de que Pekín decidiera cerrar buena parte de las empresas estatales que operaban con pérdidas. China tenía que sanear su economía -basada en la ideología y no en la eficiencia- y millones de trabajadores se quedaron sin empleo. Algunos optaron por emigrar y buscar fuera del país oportunidades.
Es loable la capacidad que tienen de adaptación, de obtener una oportunidad de una situación que les es desfavorable. Un ejemplo de ello son las “agencias de exportación de mano de obra” que se han creado a lo largo y ancho del país asiático. Son una especie de agencias de viajes que se encargan de buscar trabajadores para una empresa que quiere construir una presa o una carretera con mano de obra china en el corazón de África o en un rincón inaccesible de Sri Lanka.

Visitamos algunas en Chongqing, en el interior del país. Allí, se ha creado un nuevo empleo: el cazainmigrantes. Se trata de comerciales, por llamarlos de alguna manera, que cada día recorren los pueblos más pobres de la región en busca de potenciales emigrantes. Identificado el potencial cliente -casi siempre un desempleado- les proponen un paquete imbatible: visado, permiso de residencia en tal o cual país y un contrato de tres o cuatro años, el tiempo que dure la obra. Todo por unos 3.000 dólares.
Las empresas chinas tienen, por una parte, remesas frescas de mano de obra leal y que conocen los estándares Made in China y, el emigrante, una oportunidad de ahorrar y mejorar su nivel de vida.

Es de esta forma subrepticia que China, sin hacer mucho ruido, tiene ya 750.000 chinos a lo largo de África, según algunas estimaciones. Una cifra que, según nos contaba el experto chino Li Anshan recientemente, podría incluso llegar hasta los “250 millones de personas”. “Es un efecto de la globalización”, justificaba este profesor de la Universidad de Pekín, una de las voces más acreditadas en el tema de China en África.

Para saber más: A History of Overseas Chinese in Africa (sólo disponible en chino), del profesor Li Anshan. Un libro algo antiguo (2000) sobre los planes de China en África.
The Encyclopedia of the Chinese Overseas, editado por Lynn Pan. Una retrospectiva histórica excelente para conocer la migración china al extranjero.

 

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.